viernes, 4 de junio de 2010

Las notas geoestratégicas de hoy




Por Carlos Vicente Torrealba ÜMF

EL AGUA NO SOLO ES EN GOTAS

La observación general sobre el derecho al agua, hecha en el Pacto Internacional de Derechos Económicos, Sociales y Culturales (CESCR, Covenant on Economic, Social and Cultural Rights) en noviembre de 2002 a nivel internacional, marca un hito en la historia de los derechos humanos. Por vez primera, el agua es reconocida de forma explícita como un derecho humano fundamental. Los 145 países que han ratificado el CESCR a nivel internacional están obligados a garantizar progresivamente el acceso universal al agua potable, de forma equitativa y sin discriminación.

Para asegurar nuestras necesidades básicas necesitamos de 20 a 50 litros de agua potable al día.

Un recién nacido en un país desarrollado consume una cantidad de agua 30 a 50 veces superior a la que consume un recién nacido en un país no desarrollo.

Actualmente, la energía hidroeléctrica contribuye de manera significativa al equilibrio energético del planeta, generando el 19% de la producción total de electricidad unos 2.740 teravatios por hora.

Según la Comisión Mundial de Presas, en 1998 existían en el mundo un total de 47.655 grandes presas y cerca de 800.000 presas de menor altura.

Se estima que sólo en Sudáfrica, el conjunto de las mujeres caminan diariamente, para buscar agua para sus familias, una distancia equivalente a 16 veces el trayecto de ida y vuelta a la luna.

Un 30% de las mujeres en Egipto camina más de una hora al día para satisfacer las necesidades relacionadas con el agua. En otras partes de África, mujeres y niños emplean 8 horas diarias en tareas relacionadas con el abastecimiento de agua.

Cada 8 segundos muere un niño por beber agua contaminada (lo que supone 10.000 cada día). 9.500 millones de personas corren el riesgo de padecer tracoma, 146 millones de personas corren el peligro de padecer ceguera y 6 millones de personas padecen alguna discapacidad visual a causa del tracoma.

Bangladesh afronta actualmente la "intoxicación" (concentraciones de arsénico en el agua potable) más importante de la historia, afectando a unos 35 a 77 millones de personas en un país de 130 millones de habitantes.

Durante una escala en la Isla de Hierro (Canarias) en ruta hacia América, Fray Bartolomé de Las Casas se interesó por la cultura de los indígenas, los Guanches, ya casi desaparecidos en el siglo XVI. Los Guanches dedicaban un culto particular a un árbol, el Garoé (Ocotea foetens), que les proporcionaba agua dulce en abundancia. Este "árbol Santo" era capaz de captar el agua de las nieblas y de las lloviznas y permitió desarrollar vida agrícola en zonas de baja pluviosidad. El Garoé existió hasta que fue arrancado de raíz por un huracán en 1610. Curiosamente, su desaparición coincidió con la extinción de la civilización Guanche en la Isla de Hierro.

El agua para los 350 habitantes del pueblo costero de Chungungo, al norte de Chile, se transportaba en camiones una o dos veces por semana desde un pueblo situado a 40 Km. de distancia. A lo largo de la costa chilena, existe una neblina constante y extensa (camanchaca) que rara vez se convierte en lluvia pero que genera bancos de niebla en las laderas y cimas de las montañas que la interceptan. Un grupo de científicos elaboró un método de aprovechamiento de las camanchacas como fuente de agua: la humedad de la niebla es capturada por colectores semejantes a redes de voleibol de gran tamaño. Cuando la niebla pasa a través de las redes, se forman gotas de agua en la malla. El agua capturada por las redes es canalizada, llegando a suministrar al pueblo un promedio de 10.000 litros de agua al día.

El río más caudaloso del mundo es el río Amazonas. En Brasil, el río Amazonas vierte en el Océano Atlántico, una media de 120.000 m3 por segundo y en épocas de crecidas llega hasta 200.000 m3 por segundo.

En las grandes cuencas africanas del Río Níger, el Lago Chad y el Río Senegal, el total de agua disponible ha disminuido entre un 40% y un 60%.

Los humedales captan y retienen las precipitaciones, evitando el vertido de sedimentos en lagos y ríos. Los humedales aportan la humedad en la atmósfera que cae en forma de lluvia y enfría el medio ambiente.

Para producir 1 taza de café se requieren 140 litros de agua. De 98-550 litros es la cantidad de agua necesaria para producir suficiente harina para una ración de pan (400 gramos). La producción de 1 litro de leche requiere 1.000 litros de agua.

La producción de 1 kilo de: arroz requiere 3.000 litros de agua de u1 kilo de maíz requiere 900 litros de agua de 1 kilo de trigo requiere 1.350 litros de agua y un kilo de carne requiere 16.000 litros de agua

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